Si desea un lugar para hacer caminatas no es necesario salir de Lima, ya que a 4 horas y media de viaje, en la provincia de Huarochirí y a más de 4,100 metros de altura, se encuentra la meseta de Marcahuasi, conocida por su misticismo y sus “historias de otro mundo”.

Marcahuasi es una imponente meseta de casi 4 kilómetros cuadrados en la sierra de Lima, fue descubierta por el arqueólogo peruano Daniel Ruzo en 1952 y es considerada como una de las siete maravillas del Perú. Alberga figuras, formas y diseños gigantescos en rocas de granito, alguna de ellas con increíble parecido a animales y seres humanos.

Pero antes de comenzar esta travesía, es necesario realizar una parada en el pueblo de San Pedro de Casta, ubicado a 3800 msnm. Es un lugar con callecitas angostas con subidas y bajadas empinadas, un destino perfecto para aclimatarse antes de retar a la altura.

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Tras pasar la noche en el hospedaje municipal, se comienza con la caminata a primeras horas del día. Se puede alquilar un burro para llevar sus cosas a la meseta.

Tenga en cuenta que la subida puede demorar casi 4 horas a pie, otra opción es viajar a lomo de caballo para abreviar el tiempo.

Para todo aquel que haya experimentado este ascenso, convendrá que la mayor satisfacción del recorrido será llegar a la entrada de Marcahuasi, conformado por un arco de piedras.

Una cadena de piedras se extiende a lo largo de un precipicio llamado el Valle de las Rocas, ubicado en la parte posterior del anfiteatro, siendo el lugar adecuado para acampar. Desde este lugar se puede apreciar la formación de nubes y el cielo que cubre la ciudad capital.

A medida que se avanza, descubriremos las primeras formas como: la cabeza de un dinosaurio, un sapo sentado en las rocas, una esfinge, un ovni, un elefante o la figura de un dragón.

Más adelante unas ruinas se dejan ver a la lejanía, estos vestigios no cuentan con información segura de su creación o a qué cultura pertenecieron. Pero sin dudarlo refuerza la teoría de que Marcahuasi fue producto del trabajo de sus antiguos pobladores.

Cabe señalar que el mayor atractivo de la meseta es el llamado “Rostro de la Humanidad”, una gran piedra donde se ha tallado un perfil exacto de la cara de un hombre. Una figura que visto en diferentes ángulos, cambia según la creatividad de las personas.

Estudios señalan que esta piedra cuenta con 14 caras, algunas fáciles de observar, otras con esfuerzo para encontrarlas.

Los pobladores de San Pedro de Casta ya conocían el Rostro de la Humanidad como la cara del inca. A lado de la imponente piedra se puede visitar la cabaña de su descubridor que se apasionó tanto por las extrañas formas, que decidió vivir casi 8 meses por año cerca de su fantasía de viaje como él la llamó.

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