

Incluso sirve perfecto para una selfie en todo el sentido de la palabra, vale decir, tomarse una foto a sí mismo (una sola persona), pues si lo hacemos usando nuestro brazo extendido – como normalmente se hace – puede que tapemos con nuestro rostro una buena parte del fondo o que nuestra cara salga enorme o en mal ángulo viéndose desproporcionada y con gesto forzado por la incomodidad de sujetar la cámara y a la vez presionar un botón táctil.
La moda selfie
Como se conoce, la técnica del selfie, por decirlo de algún modo, se hizo famosa el 2 de marzo de 2014 durante la emisión 86 de la entrega de premios Oscar. Fue en un momento en que la presentadora Ellen DeGeneres, se tomó una fotografía junto a las celebridades de Hollywood que estaban cerca de ella.

Primer selfie se tomó hace 164 años

Rejlander se anticipó en 164 años, todo un pionero de lo que hoy es toda una fiebre entre las personas que poseen un teléfono inteligente con capacidad para tomar fotografías de alta resolución y grabar vídeos HD, entre otras prestaciones que tiene todo Smartphone.
El Selfie Stick también tiene historia
Si bien este dispositivo cobra notoriedad por el arreglo que le permite sintonizar con los smartphones (control bluetooth), ésta funcionalidad antes no fue necesaria pues se usaba solo el temporizador de las cámaras para que se accione el obturador y tome la foto. De hecho, también se venden solo como mono pie, sin nada tecnológico encima, es decir, solo cumplen la función de una extensión.

Muchos dirían que si este invento se hubiese puesto de moda previo al Oscar 2014, muchos rostros y sonrisas de los actores que salen en el selfie más famoso del mundo, hubieran salido casi perfectos. ¿Quizás no?
Si usted hace una revisión por la red podrá encontrar diversas versiones de este mono pie para cámaras y celulares, muchas fábricas parecen atribuir su autoría con solo masificar las ventas, pero tal parece que realmente fue inventado en 2005 por un ingeniero canadiense.

Como todo invento, todo parte en la solución a un problema. En este caso fue durante un viaje de vacaciones que Wayne realizó junto a su hija a la ciudad de Florencia en 2002, en aquel momento justo cuando deseaba tomarse una foto junto a su pequeña, le fue casi imposible fijar la cámara en algún lugar pues el sitio estaba abarrotado de público, entonces bajo esta circunstancia también era incómodo pedir a alguien que le tomara una foto. Es así que el problema le quedó dando vueltas en la cabeza y a su regreso a Toronto, se puso a echar a andar su maquinaria de inventor.

Entonces ya lo sabe, no se haga problemas durante su viaje familiar y tome su foto grupal sin molestar a nadie. Ponga su smartphone en el selfie stick y cuando estén lindos para la foto, oprima el botón del mango y haga la mejor foto de sus vidas.
