Cuando vamos a tomarnos una foto grupal en un lugar increíble que visitamos, siempre tenemos el problema típico del turista: ¿Quién tomará la foto? Todos quieren salir en la toma es un hecho, nadie desea salirse del grupo para fungir de fotógrafo y perderse el momento, también es incómodo pedir a algún desconocido que acceda a tomar la foto. ¿Qué hacer entonces?
La solución acorde a tiempos de redes sociales y conexión móvil, es usar el selfie stick, un gadget a manera de bastón que prolonga la distancia de nuestro brazo y el Smartphone o teléfono inteligente. De manera que con esta utilidad, ya nadie debe sacrificarse para tomar la foto grupal o incomodar a un tercero para que lo haga.
Incluso sirve perfecto para una selfie en todo el sentido de la palabra, vale decir, tomarse una foto a sí mismo (una sola persona), pues si lo hacemos usando nuestro brazo extendido – como normalmente se hace – puede que tapemos con nuestro rostro una buena parte del fondo o que nuestra cara salga enorme o en mal ángulo viéndose desproporcionada y con gesto forzado por la incomodidad de sujetar la cámara y a la vez presionar un botón táctil.
La moda selfie
Como se conoce, la técnica del selfie, por decirlo de algún modo, se hizo famosa el 2 de marzo de 2014 durante la emisión 86 de la entrega de premios Oscar. Fue en un momento en que la presentadora Ellen DeGeneres, se tomó una fotografía junto a las celebridades de Hollywood que estaban cerca de ella.
Luego de hecha la foto con su Samsumg Galaxy Note 3, la compartió vía Twitter frente a la cámaras de televisón y en vivo, ante la mirada de millones de televidentes en todo el mundo, quienes seguramente tomaron sus teléfonos y retuitearon (reenviar) la foto a sus seguidores y sus seguidores a sus seguidores, logrando un “efecto de bola de nieve” que a las pocas horas alcanzó más de 3 millones de retuits o RTs, el máximo de la historia en esa red social.
Primer selfie se tomó hace 164 años
Pero no crea que el selfie tuvo su origen en 2014 durante el Oscar, según datos de investigación de la revista digital Forbes, el primer selfie de la historia la realizó el fotógrafo sueco Oscar Rejlander, en 1850, cuando decidió tomarse una fotografía a sí mismo. Esta pieza artística junto a otras más de la colección del fotógrafo, fue subastada en Inglaterra y vendida por 88 mil euros, nada menos.
Rejlander se anticipó en 164 años, todo un pionero de lo que hoy es toda una fiebre entre las personas que poseen un teléfono inteligente con capacidad para tomar fotografías de alta resolución y grabar vídeos HD, entre otras prestaciones que tiene todo Smartphone.
El Selfie Stick también tiene historia
Si bien este dispositivo cobra notoriedad por el arreglo que le permite sintonizar con los smartphones (control bluetooth), ésta funcionalidad antes no fue necesaria pues se usaba solo el temporizador de las cámaras para que se accione el obturador y tome la foto. De hecho, también se venden solo como mono pie, sin nada tecnológico encima, es decir, solo cumplen la función de una extensión.
Pero para suerte de los viajeros tecnológicos, ahora por cerca de $40 dólares en promedio, usted puede adquirir un selfie stick con control bluetooth y batería. Con todas las comodides para que con solo apretar un botón desde el sujetador, podamos tomar la foto sin mayores problemas.
Muchos dirían que si este invento se hubiese puesto de moda previo al Oscar 2014, muchos rostros y sonrisas de los actores que salen en el selfie más famoso del mundo, hubieran salido casi perfectos. ¿Quizás no?
Si usted hace una revisión por la red podrá encontrar diversas versiones de este mono pie para cámaras y celulares, muchas fábricas parecen atribuir su autoría con solo masificar las ventas, pero tal parece que realmente fue inventado en 2005 por un ingeniero canadiense.
Según el reporte de prensa del medio digital The Guardian, se supo que el inventor Wayne Fromm, sería el verdadero artífice de lo que ahora se conoce como selfie stick.
Como todo invento, todo parte en la solución a un problema. En este caso fue durante un viaje de vacaciones que Wayne realizó junto a su hija a la ciudad de Florencia en 2002, en aquel momento justo cuando deseaba tomarse una foto junto a su pequeña, le fue casi imposible fijar la cámara en algún lugar pues el sitio estaba abarrotado de público, entonces bajo esta circunstancia también era incómodo pedir a alguien que le tomara una foto. Es así que el problema le quedó dando vueltas en la cabeza y a su regreso a Toronto, se puso a echar a andar su maquinaria de inventor.
Pasó cerca de dos años haciendo pruebas con todo tipo de varillas y buscando las formas adecuadas para fijar la cámara de manera adecuada y que sea a la vez liviana. En 2005 patentó su invento al que originalmente llamó “Quik Pod”. Si bien ganó una pequeña fortuna con su artefacto, esto no tuvo la notoriedad que ahora tiene gracias al Oscar 2014.
Entonces ya lo sabe, no se haga problemas durante su viaje familiar y tome su foto grupal sin molestar a nadie. Ponga su smartphone en el selfie stick y cuando estén lindos para la foto, oprima el botón del mango y haga la mejor foto de sus vidas.